Crédito: Sergio A. Rodríguez
La que fuera la más importante siderúrgica de América Latina y uno de los principales motores económicos de Coahuila, se encuentra al borde del colapso, con una deuda superior a los 650 millones de dólares con fondo norteamericano.
Durante casi 80 años, Altos Hornos de México (AHMSA) ha fabricado hojalata (la única en el país), placas, láminas y rollos que cubren todo el acero para las industrias automotriz y de la construcción, así como para la elaboración de maquinaria pesada, tuberías, estructuras, recipientes a presión y un largo etcétera.
Desde el 24 de julio del presente año, un grupo de trabajadores ha impedido el acceso a la planta, agudizando la problemática que ya tenía la empresa, derivada de su paro productivo, adeudos y falta de pagos a los trabajadores. AHMSA se enfrenta a su mayor crisis: está al borde de la quiebra definitiva. La acerera representa casi el 20 por ciento de la actividad económica de la región Centro-Desierto de Coahuila, por lo que la situación no solo afecta a la compañía, sino a toda la zona alrededor de Monclova, donde se encuentra ubicada.
EL NACIMIENTO
La historia de AHMSA se remonta a 1941. La Segunda Guerra Mundial provocó la escasez de productos siderúrgicos. Por ello, en julio de 1942, México adquirió un alto horno proveniente de Saint Louis, Missouri, que permitió que en octubre de ese año iniciara oficialmente su construcción. La planta aseguraría el suministro de fierro y carbón en convenio con Fundidora Monterrey, Nacional Financiera y la empresa Carbonífera Unida de Palaú. En 1944 se encendió su alto horno “Guadalupe”, marcando el inicio de operaciones.
En la década de los ochenta, al igual que toda la economía nacional, Altos Hornos enfrentó problemas de deuda, falta de competitividad e ineficiencia. Además, en esa época surgió el proceso de privatización de las empresas productivas gubernamentales. El presidente Carlos Salinas de Gortari decidió que el país debía comenzar a crecer hacia afuera, dando inicio al periodo neoliberal y con ello al adelgazamiento del Estado, por lo que a finales de esa década el Gobierno Federal licitó y vendió AHMSA al sector privado. En 1991, Grupo Acerero del Norte (GAN) se adjudicó la licitación del paquete conformado por las plantas siderúrgicas y los yacimientos de fierro y carbón.
El área de influencia económica de AHMSA se encuentra en la región Centro-Desierto de Coahuila, que se integra por los municipios de Abasolo, Candela, Castaños, Cuatro Ciénegas, Escobedo, Frontera, Lamadrid, Monclova, Nadadores, Ocampo, Sacramento, San Buenaventura y Sierra Mojada. Según cifras de este año del Consejo Nacional de Población (CONAPO), la región tiene 465 mil 331 habitantes, que representan aproximadamente el 15 por ciento de la población total del estado.
LA CRISIS ACERERA
Si bien es cierto que desde hace varios años la compañía monclovense enfrenta diversas dificultades, fue a partir de 2018 que las cosas comenzaron a ir de mal en peor. Primero porque Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, impuso aranceles al acero y al aluminio, frenando la dinámica económica de la zona; después, por el conflicto que estalló entre Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Pemex, y Alonso Ancira Reno, dueño de AHMSA. El primero acusó al segundo de lavado de dinero al haberle vendido a sobreprecio la planta de fertilizantes Agronitrogenados.
En 2019 se destapó un fraude por el cual Ancira debía reponer 216 millones de dólares, y además fue detenido por presuntos sobornos ligados a Odebrecht y Pemex. En 2021 se vinculó a este mismo empresario con miembros de la cúpula del PRI en supuestos actos de corrupción, los cuales involucraban pagos de viajes, viáticos y demás derroches a cuenta de la empresa acerera. Si bien es cierto que Ancira Reno ya abandonó la presidencia de Altos Hornos, también le dejó un cúmulo de deudas que la tienen al borde de la bancarrota.
A finales de julio de este año, en medio de la crisis financiera y de productividad que enfrenta la empresa, 50 trabajadores vinculados a sindicatos aliados al senador Napoleón Gómez Urrutia, bloquearon el acceso a la siderúrgica e impidieron el suministro de gas a la planta coquizadora para mantener su temperatura. Esto detendrá las operaciones hasta por un año. A esta movilización se sumó otra cantidad importante de empleados que exigían sueldos pendientes desde hace meses.
Esto ha generado pérdidas a la empresa por al menos 350 millones de dólares, impidiendo que Argentem Creek Partners, la nueva propietaria de AHMSA, inicie la reestructuración operativa, financiera y productiva por la que desembolsaría mil millones de dólares. En abril ya había comprometido 200 millones de dólares para la reactivación, pero, tras los incidentes, evidentemente el proyecto se detendrá de manera indefinida.
El cierre del acuerdo con Argentem está en duda. De no concretarse, llevaría a la acerera al colapso y muy posiblemente detonaría una crisis social sin precedente en la región Centro de Coahuila, dada la relevancia económica de AHMSA.
BILLETES DE ACERO
Un polo de desarrollo es un área determinada de producción industrial, en la mayoría de los casos impulsada por una autoridad pública, como en el caso de Monclova en la década de los cuarenta. El polo sostenido por AHMSA alimenta al mercado doméstico con el 76 por ciento de su producción, de acuerdo a su último informe presentado el tercer trimestre de 2022. El porcentaje restante se destina a exportación.
Empresas del sector metalúrgico como Trinity, Golden Dragon, Teksid Hierro de México y AZ Industries, fortalecen al polo y crean demanda interna de insumos, mano de obra y variedad de productos que benefician económicamente a la región.
Por ejemplo, sin considerar carreras normalistas, licenciaturas y especialidades, en tan solo cuatro universidades de la zona hay cinco mil 801 estudiantes vinculados a las actividades productivas de AHMSA y que podrían ver afectado su futuro de no resolverse el conflicto. Altos Hornos acarrea consigo la activación económica de la región al generar empleos de forma directa, indirecta y por subcontratación de servicios y consumo de productos de otros negocios (en su mayoría micro y pequeñas empresas). De hecho, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía revela que impulsa a dos mil 209 empresas del sector minero e industrial; sin considerar los sectores agropecuarios, comercial y de servicios que también se ven beneficiados por la siderúrgica.
Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la subdelegación de Monclova, a junio de 2023, reportaba la existencia de 95 mil 273 trabajadores formales en la región Centro-Desierto del estado. De ellos, 19 mil están contratados por AHMSA, de acuerdo a la propia página web de la compañía. Esto representa el 19.9 por ciento del total de trabajos formales de la región, cifra que da cuenta de la fuerza y relevancia de la acerera.
Sin embargo, mientras que en una década regiones como Acuña han crecido en empleo formal un 15 por ciento, El Sureste un 44 por ciento, La Laguna de Coahuila un 32.7 por ciento y Piedras Negras 26.5 por ciento, el Centro-Desierto no ha superado el 5 por ciento de crecimiento debido a los problemas que ha enfrentado Altos Hornos en los últimos años.
La situación es muy complicada. El mismo alcalde de Monclova, Mario Dávila, ya advierte un posible conflicto social que trascienda lo económico ante la falta de producción, pagos, oportunidades laborales, derrama económica y gran incertidumbre de las familias que dependen de la planta de Altos Hornos de México.