20 años de tradición: La Danza de Pluma “Pulgarín” celebra su origen milagroso
Un diagnóstico de cáncer de mama, fue el inicio de la tradición de la Danza de Pluma “Pulgarín” de Gómez Palacio que este 17 de noviembre, cumple 20 años de tradición.
Jonathan Gutiérrez, de los iniciadores, compartió que hace 20 años, su madre, Elvia Mayela Pulgarín, recibió la noticia de que tenía cáncer de mama. Sin dudarlo, pidió con fe la intercesión de la Virgen de Guadalupe, para salir de esta enfermedad y a cambio, ella le ofrecería una danza en agradecimiento. Y así fue.
Pero ante la falta de danzas para hacer cumplir ese compromiso que Elvira hizo con la Virgen Morena, su familia decidió conformar su propio grupo de danza.
Aunque solo Jonathan, de entonces 12 años de edad y otros primos eran danzantes, poco a poco fueron uniéndose más primos e incluso vecinos de la colonia Tierra y Libertad, de donde son originarios.
A 20 años de esa terrible noticia, no solo Jonathan sigue danzando a la Virgen de Guadalupe, sino también su esposa Alejandra Rodríguez y sus hijos, así como vecinos no solo de su sector sino de otras colonias.
“Salió todo bien, nos hizo el milagro, hace 20 años y sigue la tradición”, dijo Jonathan con emoción.
Durante estos 20 años de tradición, no han fallado, “ni en pandemia”, dijo el fundador.
En cada aniversario, no solo danza la familia sino otros grupos de danzantes que se unen al festejo. Este año, participaron cuatro grupos, de unos 30 integrantes cada uno, quienes acudieron acompañados por sus familias.
A cambio, la familia Pulgarín, les ofrece su desayuno y comida. Aunque también, preparan la tradicional reliquia para compartir entre los vecinos y todo aquel que se acerque a su hogar.
En este año, de acuerdo con Jonathan, fueron 180 kilos de asado rojo los que se ofrecieron y otros más, de las tradicionales pastas.
La celebración inició desde las 9:00 horas, por lo que fue necesario cerrar la calle Abelardo Rodríguez desde a calle Mártires y Benito Juárez, para instalar un pequeño altar con la imagen de la Virgen de Guadalupe, frente al cual chicos y grandes danzaron como cada año.
Los tradicionales “viejos de la danza” no faltaron. Fueron los más pequeños quienes se disfrazaron de demonios, representando el mal, quienes realizaron sus bailes a la par del resto de los danzantes.
Poco a poco, los familiares y vecinos del sector, comenzaron a llegar para no perder detalle de este peculiar estilo, que se hace acompañar con la música de violín y el sonar de los tambores.