Nadie debe dudar de que Cruz Azul es el mejor perfilado para ser campeón, porque su gran fuerza expresiva lo hacen el mejor equipo del torneo mexicano y es el que mejor juega, porque el técnico Anselmi le ha encontrado la fórmula con un grupo de 15, 16 jugadores donde se prodigan Romo y Rivero, por su gran ductilidad. Son par de jugadores polifuncionales que se acomodan a las necesidades de su grupo.
Mier es un arquerazo que está para jugar en cualquier equipo europeo de alto nivel. Aunque su base se da por la potencia, el toque, la fuerza y dinámica a la vez del fondo con Piovi, Ditta y Rotondi, prefectamente acompañados por Lira, con Jorge Sánchez por derecha. Sin exagerar, Carlos Rodolfo Rotondi (27) debe ser ahora mismo, el mejor jugador de la liga.
Y con Romo, Charlie, Faravelli, auxiliados por Nacho Rivero y Alexis le dan al medio campo, capacidad para el apoyo defensivo e ideas claras para distribución y gestación al frente, donde Cuate, Toro y Georgios se rifan.
Iván Alonso (45) uruguayo de larga trayectoria como jugador, fue dos veces goleador del Toluca pero luego se fue aduciendo “problemas cardiacos” por la altura de la sede roja. En Pachuca estuvo seis meses como Director Deportivo, pero tuvo problemas con los señores Martínez y se fue. Vino al mismo puesto con Cruz Azul y ha tenido algunos roces, pero nadie puede quitarle el mérito de que supo traer a la gente adecuada y que además contó con los recursos necesarios para ello.
Está enfilado y éste parece ser el año ideal para la décima corona. Hay desafíos que no tienen espacio de espera y todos vemos que la gente de FMF está en la clara obligación de resetear su memoria y ordenar sus proyectos, porque le Liga MX se opaca.
La gente ha dejado de llenar los estadios, salvo en Monterrey y eso ya no es solamente por la proliferación de extranjeros y ni siquiera por la multipropiedad, sino por la desaparición del descenso. Si éste fuera doble como España e Inglaterra, eso presionaría al resto pero la decisión de dejar a todos quietos, hace que ingresen a una zona de confort y desaparece el riesgo. El sistema de competencia es absolutamente ridículo y solo saca-dinero.
Cuatro directos y hasta el décimo en condición de participar en una repesca buscando proyección. Es insólito. No sucede en ninguna liga del mundo, pero la nuestra busca la explotación del aficionado, cuando por afanes de calidad, sólo podrían o deberían estar, si acaso los cuatro mejores, caso único de México, pues en el resto del mundo es campeón es el líder y se acabó.
El recuerdo cicatrizante de las heridas pasadas, lo deficiente que ha sido este torneo, donde campea la irregularidad en casi todos los equipos, la titubeante actitud del arbitraje, la publicidad exagerada de la tv para los partidos, donde presagian que habrá cracks y el gran futbol soñado, los exagerados precios de acceso que no le permiten a la gente del pueblo ni siquiera asomarse a la cancha, el bajo nivel de futbol mostrado en general y pérdida de seriedad en medios, donde cualquiera muestra su parcialidad, donde se usa un lenguaje de cantina y con algunos espacios de tv donde todos riñen, gritan, dicen obscenidades y se mueven como mercaderes.
Pese a ser argentino y no seguidor del futbol, Jorge Luis Borges (1899-1986), el notable poeta y escritor dejó frases que siguen vigentes y se adaptan a cualquier ramo. “Las dictaduras fomentan la opresión, el servilismo y la crueldad pero más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez”.