Fuego y el humo elevándose tras los ataques aéreos israelíes en la ciudad portuaria de Hodeidah, Yemen. (EFE)
El ataque israelí lanzado ayer sábado contra posiciones de los rebeldes chiíes hutíes en el puerto de Al Hodeida (oeste), el primero del Estado judío contra Yemen, provocó un caos en la principal salida al mar Rojo del país árabe.
Según responsables hutíes, el ataque tuvo como blancos "depósitos de petróleo y la central eléctrica" de Al Hodeida, una ciudad desde donde los insurgentes yemeníes lanzan una gran parte de sus ataques contra barcos israelíes o vinculados con ese país.
No obstante, fuentes portuarias dijeron que el bombardeo israelí tuvo como objetivo "el muelle de descarga de combustible y gas, los tanques de almacenamiento de combustible y las dos únicas grúas para contenedores en funcionamiento".
Según esas fuentes, el edificio de la aduana del puerto de Al Hodeida "fue destruido", mientras que en la periferia norte de la ciudad la aviación israelí atacó el cuartel de la Policía Militar de los hutíes, así como una sede de los servicios de inteligencia de los insurgentes yemeníes.
Según la agencia de noticias yemení, Saba, controlada por los rebeldes proiraníes, al menos 80 heridos, algunos de ellos con quemaduras graves, es el cálculo provisional de víctimas del ataque israelí en Al Hodeida.
Este es el primer recuento del bombardeo israelí que ha provocado una gran explosión en el importante puerto de la ciudad costera, pese a que el Ministerio de Salud señaló anteriormente, según Saba, que había "mártires y heridos", sin dar más detalles.