Cárteles utilizan explosivos en Michoacán, ¿Cómo ha respondido el Ejército?
En la mañanera, el general Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional, ofreció una actualización de la emboscada que sufrieron elementos del Ejército al sur de Cotija, Michoacán.
Trevilla Trejo informó que las fuerzas federales tuvieron información de un campamento con personal armado y fueron desplegados los elementos, se realizaron reconocimientos aéreos, pese a ello en un momento de su avance tuvieron que descender de los vehículos y al llegar a pie localizaron tres cuerpos desmembrados.
En un momento del trayecto estalló un artefacto explosivo improvisado que causó la muerte a dos soldados y cinco resultaron heridos, entre ellos un mayor. Mediante helicóptero fueron evacuados al hospital de Zona de Apatzingán, Michoacán.
Trevilla Trejo planteó que se presume que los responsables del ataque armado fueron grupos locales de Michoacán, Cárteles Unidos.
El general señaló que los explosivos son elaborados de una "manera muy rústica, no son fabricados, no son del tipo que utilizan las Fuerzas Armadas, nosotros no utilizamos minas (antipersonal)”.
Apuntó que en el sexenio de López Obrador fallecieron en total seis militares a causa de este tipo de artefactos.
Esta misma declaración puede servir para apuntar que en los primeros meses del periodo de Claudia Sheinbaum ya se alcanzó un 33.3 % de las bajas reportadas en seis años.
Si medios nacionales, mencionaron el ataque con drones, el general solo se refirió a la mina.
En 2023, la periodista Hannia Novell criticó que México no era Ucrania, Afganistán o Siria, un país en guerra para desangrarse todos los días.
En días recientes a su publicación de junio, cuatro militares resultaron lesionados en Apatzingán, ante ello señaló que no era la primera vez que estas eran mencionadas. Los Guacamaya Leaks habían revelado su uso con más frecuencia en Chiapas, Guanajauto, Jalisco y Michoacán.
En solo 10 años, entre 2012, cuando se detectó el primer aparato explosivo y 2022, cuando se publicaron los Guacamaya, los ataques con las minas han venido aumentando. Entre 2018 y 2022 se registraron 377 sucesos en 19 estados y se detectaron mil 765 bombas.
Por ello, Novell recomendó fortalecer a las autoridades en sus tareas de desminado, capacitación y consolidar la cooperación internacional.
Un año antes, en 2022, la plataforma InsightCrime reportó que los enfrentamientos entre cárteles y fuerzas de seguridad han tenido una escalada en el poder de fuego.
En febrero de ese 2022, escuadrones antiminas desenterraron al menos 250 explosivos caseros en Michoacán, luego de que una de estas destruyera un camión blindado de una caravana militar. En marzo se descubrió un edificio usado para la producción de explosivos arrojados desde drones.
Esto ha generado preocupación entre los especialistas porque los explosivos caseros “tienen un precio accesible, son relativamente fáciles de fabricar y pueden producir efectos devastadores”.
Académicos consultados por el medio BBC declararon que la producción de minas terrestres improvisadas es un conocimiento que tiene su principal fuente de aprendizaje a partir de la interacción entre criminales.
O se han transmitido de grupos como las FARC de Colombia a cárteles como el CJNG.