¿Conoces esta casa en Torreón que fungió como centro de espionaje ruso durante la Segunda Guerra Mundial?
Sobre la calle Blanco, entre las avenidas Allende y Matamoros, se alza una propiedad histórica que solía estar marcada con el número 32.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) la catalogaron desde el año 2000 como bien inmueble con valor cultural que forma parte de Torreón.
Esta casa habitación fue edificada por un arquitecto alemán del que solo se sabe que su apellido era Tillman, sobre los durmientes del ferrocarril, es decir, fue construida sobre las piezas de madera que soportan los rieles para formar las vías del tren.
¿Por qué es tan importante esta casa?
Construida en el siglo XX, cuenta con elementos de diferentes estilos arquitectónicos, por lo que pertenece al estilo ecléctico, de ahí que se aprovecharan los materiales de la época, como el tabique para su construcción.
Fue durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, que esta casa fungió como un centro de espionaje ruso.
Según la placa colocada a las afueras de la propiedad, en esa casa vivió una pareja de doctores rusos, que presuntamente perdieron una hija en las instalaciones de esta propiedad. Además, ahí mismo se encontraron vestigios de placas de imprenta.