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En México, el sistema de gestión de residuos se enfrenta a desafíos significativos. De los 43.85 millones de toneladas de desechos que el país genera anualmente, sólo el 5 por ciento de los materiales reciclables se recuperan, mientras que el 94 por ciento termina en vertederos, a pesar de los esfuerzos de clasificación de los consumidores. Este sistema no sólo es ineficiente, sino también costoso: México gasta aproximadamente 277 millones de dólares al año para enterrar reciclables que tienen un valor estimado de más de tres mil millones.
El municipio de Torreón es un ejemplo claro de estos desafíos. Con una población de aproximadamente 720 mil habitantes, la ciudad destina cerca del 10 por ciento de su presupuesto anual —alrededor de 18 millones de pesos mensuales— a servicios de recolección y disposición de basura. Esta última consiste en el enterramiento de residuos en el relleno sanitario intermunicipal TorreónMatamoros, donde una tonelada de desechos tiene un costo de aproximadamente 800 pesos, el doble del promedio a nivel nacional.
IMPACTO ECONÓMICO Y ECOLÓGICO DEL DESPERDICIO
El impacto del proceso antes descrito no se limita a los costos económicos. La disposición de residuos en vertederos contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo responsable de aproximadamente el 11 por ciento de las emisiones globales.
Ante esta situación, cada vez más gobiernos apuestan por la economía circular: un modelo que promueve la reutilización y el reciclaje de materiales, buscando minimizar el desperdicio y maximizar el valor de los recursos. Este enfoque no sólo es viable ambientalmente al reducir la huella ecológica de la producción y el consumo, sino también económicamente, ya que fomenta la eficiencia y la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, la economía circular no ha sido plenamente impulsada en México debido a una serie de barreras estructurales y culturales.
Según el modelo de reducción de residuos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), la redirección de materiales inorgánicos hacia el reciclaje en lugar de los rellenos sanitarios podría mitigar 2.89 toneladas métricas de CO2e —total de emisiones de gases de efecto invernadero— por cada tonelada corta (907.18 kilogramos). Además, el compostaje de todos los tipos de residuos orgánicos representa un proceso con carbono negativo —elimina más CO2 del que emite—.
La principal cualidad de este mercado es que se ajusta inmediatamente a los valores de la inflación, ya que los materiales reciclables son esencialmente materias primas. El porcentaje de desechos que pueden ser procesados por la industria de reciclaje en México está entre 28.6 y 33 por ciento del total que se producen, y el porcentaje de residuos orgánicos —de la horticultura y madera— es de 13 por ciento. Esa cantidad es susceptible de tratarse para generar fertilizantes y biomasa a través de procesos sustentables con bacterias, insectos y hongos.
MODELO DE NEGOCIOS ACTUAL
El modelo de negocios actual en México y América Latina para la gestión de residuos presenta varios problemas estructurales. Las empresas privadas que se encargan de la recolección y disposición de la basura municipal, son pagadas en función de la cantidad de desechos que llevan a los vertederos. Esto genera un incentivo para enviar la mayor cantidad de residuos posible a rellenos sanitarios, independientemente de si estos están clasificados o no. Este sistema no fomenta el reciclaje, lo que además resulta en una saturación de los rellenos sanitarios y un aumento en su número.
La gestión de residuos en muchas ciudades de México, incluida Torreón, se convierte en un monopolio natural o un oligopolio debido a las altas inversiones iniciales necesarias para establecer este tipo de servicio. Los contratos entre los gobiernos municipales y estas empresas suelen durar décadas, lo que dificulta la integración de nuevas tecnologías o prácticas más sostenibles.
PERSPECTIVAS Y ALTERNATIVAS
Para transformar la gestión de residuos en México y fomentar una economía circular, es necesario establecer una serie de cambios estructurales y culturales. En primer lugar, los gobiernos municipales deben revisar y renegociar los contratos con las empresas privadas para incluir incentivos claros para el reciclaje y la separación adecuada de desechos. Además, es fundamental promover la educación y concienciación sobre la importancia del reciclaje y sus beneficios tanto económicos como ambientales.
Frente a estos desafíos, han surgido alternativas innovadoras. ReciclApp es una de estas iniciativas. Nacido en Torreón, este emprendimiento combina la tecnología con la recolección física de basura para ofrecer una solución integral y escalable de gestión de residuos. El servicio puede ser solicitado a través de una aplicación digital, desde donde se le da seguimiento a cada cliente. De esta forma, se coordina la recolección efectiva de residuos directamente en los hogares, asegurando que estos materiales se reintegren a la economía en lugar de terminar en vertederos. Además, no sólo facilita el reciclaje para los ciudadanos, sino que la plataforma también genera datos valiosos que pueden utilizarse para mejorar las políticas públicas y las prácticas de gestión de residuos.
Desde su inicio en 2021, ReciclApp ha recuperado más de 15 toneladas de materiales reciclables de 160 hogares, 43 escuelas y dos negocios, mitigando así el equivalente a más de 40 toneladas de CO2. Además, se espera que para 2027, brinde servicio a suficientes ciudadanos en Torreón como para cumplir la proyección de mitigar 30 mil 402 toneladas de CO2e al redirigir desechos inorgánicos y 5 mil 113 toneladas de CO2e al procesar los orgánicos.
Una clave para este logro es la colaboración con el Gobierno Municipal de Torreón, que ha manifestado, a través de su Dirección del Medio Ambiente, que también visualiza esta asociación como un motor de cambio en sus políticas de gestión de residuos.
Además, ReciclApp mantiene una colaboración estrecha con Hexa Biotech, empresa que forma parte del mismo consorcio de proyectos escalables enfocados en la sostenibilidad en la región, y que se especializa en el tratamiento de residuos orgánicos utilizando tecnología basada en larvas de mosca soldado negro. La colaboración con Hexa Biotech, junto con el apoyo de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), permite a ReciclApp expandir su enfoque hacia un sistema integral, abarcando en un futuro el procesamiento de residuos inorgánicos para generar composta y otros productos.
ReciclApp es miembro de la Prevention-WasteAlliance, plataforma de cooperación internacional enfocada en economía circular. Asimismo, forma parte de la red Ellen MacArthur, que incluye instituciones políticas, ciudades, líderes de opinión y empresas.
En última instancia, la transición hacia una economía circular en México no sólo ayudará a reducir la huella ecológica del país, sino que también fomentará un desarrollo económico más sostenible y equitativo. Con el apoyo de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, México puede liderar el camino hacia una gestión de residuos más eficiente y sostenible, beneficiando tanto al medio ambiente como a la economía.