El renacer del chaleco, una de las prensas más deseadas por ambos sexos
El chaleco nació como una prenda masculina, pero, una vez dinamitados los códigos de género, está instalado en el vestir femenino y esta temporada, gracias a su versatilidad y comodidad, vive un renacer y se coloca como una de las prendas más deseadas por ambos sexos.
La actriz Marlene Dietrich dinamitó los códigos de género cuando lució el chaleco con un esmoquin en la película Morocco (1930), y en la década de los 2000, se pusieron de moda entre los artistas, como Britney Spears, que los lucía con vaqueros de talle bajo.
Luego desaparecieron hasta que firmas como Dior, Bottega Veneta, Loewe o Fendi les han dado una nueva vida con distintos patrones y texturas.
Hoy, conquistan escaparates, calles y redes sociales. Por ejemplo, Jil Sander lo propone en versión contemporánea con un patrón largo, mientras que Prada prefiere apostar por un modelo de aire 'vintage' confeccionado en cuero.
"El chaleco es una prenda multifacética, se adapta a cualquier estilo y ocasión", dice a EFE la estilista y experta en comunicación de moda Pepa Fernández, quien detalla que se pueden llevar solos, con camisetas básicas, camisas o blusas vaporosas.
También se pueden combinar con vestidos, faldas o bermudas. "Las posibilidades son muchas", añade Fernández, que señala que la firma Diesel los propone acolchados con denim desgastado, una pieza más abrigada.
También está en auge la versión corta y de tela del chaleco. Mujeres y hombres lo lucen sin nada debajo, ajustado, con escote en pico y con botones centrales. "Una propuesta versátil y muy sexi", considera Fernández.
Pero también sobre blusas y camisas para conseguir un estilo más elegante como demostró el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el pasado festival del cine de San Sebastián.
El chaleco largo, que cubre las caderas, es una de las versiones más interesantes para esta temporada ya que se puede llevar con todo tipo de pantalones, vestidos y faldas.
Esta prenda tiene un origen histórico que se remonta a la Edad Media y su función principal era proteger. Los caballeros, debajo de las armaduras, mientras que los campesinos para protegerse del clima frío.
En oposición a la moda francesa, el rey Carlos II de Inglaterra lo introdujo en su vestir en 1666 para impulsar el comercio de la lana inglesa y forzar a los nobles a dejar de lado las tendencias que llegaban desde tierras francesas.
Con la llegada del dandismo en el siglo XIX, representado por George Brummel, se optó por la sobriedad y el chaleco se lucía corto y con los botones superiores desabrochados para mostrar el adorno de la camisa. Era una prenda útil para cubrir los tirantes y colocar el reloj de bolsillo.