Aclaro: Soy católico practicante, pero he aprendido a separar cuestiones de fe, que no tienen nada que ver con la lógica. La ciencia y la historia, y el conocimiento científico que trata de probar cual es la verdad por medio de la inducción y del conocimiento documental y monumental. En la fe se aceptan las contradicciones en la ciencia no. La fe no se discute, la ciencia sí.
Continuemos: Detrás de los conquistadores, llegaron los misioneros. Sacerdotes ya había, uno de ellos era el traductor de Cortés junto con la Malinche: Gerónimo de Aguilar.
Por lo general fueron Frailes. Se habla de los primeros doce, en donde destaca Motolinía, Pedro de Gante, con los pies descalzos, y el significado de la pobreza. Ellos fueron los que iniciaron la conversión de los indígenas.
No es muy fácil pensar que llegaron y dieron inicio a una prédica en lenguajes desconocidos; por lo tanto, tuvieron que aprender los idiomas y las costumbres y junto con ello se dieron cuenta del gran acervo cultural que se estaba perdiendo por la quema de los antiguos códices autóctonos de los cuales, se recuperaron pocos. Casi todos son re hechos ya en tiempos de la colonia. La escuela de Tlatelolco fue importante para ello, donde una se las lumbreras más destacadas fue Bernardino de Sahagún.
Volvamos a las primeras misiones. Tuvieron que pernotar en alguna parte y se comenzaron a construir los monasterios, lo cual, costaban, además de necesitar quien los construyera.
Fueron varias órdenes las que vivieron a México: Las principales: Los Franciscanos, Los Dominicos. Los Agustinos y Los Jesuitas. Estas órdenes no necesariamente estaban supeditadas al obispo, muchas veces se contraponían los intereses. Había dos clases de cleros, el regular y el seglar. Al primero pertenecían los monasterios, al segundo los sacerdotes que dependían directamente de los obispos y que se dedicaban a actividades administrativas de la iglesia.
Con el tiempo, las órdenes se fueron esparciendo por todo el territorio de la Nueva España, donde comenzó la competencia entre ellos mismos, de lo cual dependía su propia subsistencia. Aquí da inicio una mercadotecnia muy particular.
La principal entrada, supuestamente, era el diezmo. Varias órdenes podían pelearse el mismo diezmo. Tenían que recurrir a otra manera de agenciarse entradas: Las donaciones. Personas importantes les heredaban bienes y con eso llegaron a obtener haciendas que utilizaban para la subsistencia, contratando operarios, no siempre en las mejores condiciones. Hay otra entrada más que muchas veces preferiríamos no tener conciencia de ellas, el culto a las imágenes, sobre todo de las vírgenes y los cristos. Nota, hay que considerar que todas las vírgenes son la misma, con diferentes advocaciones.
Los votos de pobreza de algunos conventos comenzaron a aflorar en sus construcciones, sobre todo en el movimiento de la contra reforma donde era importante el ícono: el barroco. Como una muestra está el convento de los jesuitas en Tepotzotlán, Actual museo Nacional del Virreinato.
No era nada más el uso de la imagen: Si hacía milagros, el lugar se volvía un foco de peregrinación lo cual producía entradas. La más importante figura es la virgen de Guadalupe, y como no quiero meterme en problemas, mejor dejo bibliografía: Orígenes del culto a nuestra señora de Guadalupe 1521- 1688. Gisela Von Wobeser. FCE. Fortalezas de la fe pozos de esperanza. Una historia urbana de la Nueva España a partir de sus santuarios. Antonio Rubial García. FCE.
Comento. Muchas de las vírgenes poseían cuartos donde se guardaban sus ropajes y sus joyas que muchas veces caían en la suntuosidad.
A los conventos no necesariamente se entraba por vocación y no se vivía mal en ellos. Familias pudientes acudían a ellos para resolver el problema de una hija o de un hijo. Junto con ellas, sobre todo, una o dos esclavas que tenían que encargarse de sus necesidades domésticas. Otro libro más: Las esposas de cristo La vida conventual en la Nueva España. Asunción Lavín. FCE
En el tintero queda la inquisición y muchas de las cosas positivas que intentaron las misiones.
Insisto, soy católico practicante, por eso me gusta saber sobre mi religión.