La dupla mexicana se quedó muy cerca de lograr la primer presea dorada para nuestro país, pero fueron rebasados por los clavadistas asiáticos. (AP)
Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya estaban conscientes, que debido a su calidad en el trampolín de 3 metros y el trabajo realizado durante el ciclo olímpico, eran firmes candidatos a ganar una medalla.
Cumplieron y no solamente eso, sino que estuvieron cerca de quedarse con el Oro, para romper el dominio chino en los clavados.
Llegaron a estar en el primer puesto, pero al final, los asiáticos se quedaron con la posición de honor, con apenas dos puntos de diferencia.
El Centro Acuático de la capital francesa, fue testigo de un gran duelo que incluyó a chinos, mexicanos y británicos, aunque los europeos se rezagaron en la recta final y dejó el dramatismo, reflejado en los rostros de Daoyi Long y Zongyuan Wang, a un costado de la fosa de clavados. Luego de cuatro rondas, México ascendió desde el quinto lugar desde que arrancó la prueba hasta el primer lugar, luego de una mala ejecución de los chinos.
En su quinto intento y con un grado de dificultad de 3.8, Olvera y Celaya tiraron el clavado al frente con cuatro y medios giros.
Fue calificado con 84.36 por 85.41 de los ingleses y 85.68 de los ahora campeones olímpicos, que ya no solatarían la punta, por muy poco margen. La recta final de la competencia con totales de 343.53 para Gran Bretaña y 349.26 para México, fue determinante para ocupar el lugar en el podio.
El par europeo con Anthony Harding y Jack Laugher, ejecutó el al frente con cuarto y medias vueltas 3.8 para amarrar 94.62 puntos que dio un acumulado de 438.15. México cerró con un salto adelante con dos y media vueltas y tres giros para asegurar la plata con 94.77 con un total de 444.03. La medalla fue la número 16 en la historia de los clavados olímpicos para México (deporte con más preseas le ha aportado al país), la octava de Plata en esta disciplina y la 76 para el país en general.
Es la primera medalla en la historia para México en la prueba de trampolín sincronizado y la duodécima presea para los clavados en la rama varonil. Es la segunda presea en saltos sincronizados en la rama varonil, después de la plata obtenida por Germán Sánchez e Iván García en la prueba de plataforma de 10 metros en la edición de Londres 2012.
