La permanencia de Nacho Ambriz como director técnico del Santos Laguna es ya inexplicable, no me importa que el equipo ya no esté peleando nada y bla bla bla, no se vale pisar la historia de este club de esta manera, el señor Ambriz tuvo fichajes, pretemporada, tempo de sobra para por lo menos defenderse mejor y competir. Santos no tiene nada, no juega a nada y después de que le anotan al DT supuestamente de lujo le da por reír.
Esto es una pesadilla, este entrenador no supo a dónde llegó y si tuviera un gramo de decencia debería renunciar a su trabajo como lo haría cualquier trabajador consciente de que jamás podrá ayudar a su empresa y prácticamente vegeta en el cargo, no se vale.
El santista está muy lastimado, ya no quiere saber nada y lo que resta pinta solamente para más humillaciones. Viene Chivas el martes al TSM imagínese la asistencia de aficionados del rebaño, será muy desagradable para cualquier lagunero ver esto, falta una semana de terror aún para una afición que simplemente no se merece esto. Se cierra en Querétaro una plaza en donde en 2015 aquel Santos de Caixinha se coronaba, aquel Santos que se consideraba limitado y aún así fue campeón, aquellos muchachos que tenían mucho corazón y un entrenador con hambre de gloria, hoy no hay nada de eso.
Tristemente. Nacho Ambriz vino con la actitud chilanga mala, vino al santitos, al Torreón, a descansar de la presión, sí como no. No creo equivocarme al sentir que jamás tomó en serio su trabajo, pensó que con el tiempo las cosas más o menos caminarían y que aquí hay una afición que con andar ahí en el play in se conforma.
Está combinación de un técnico que vino a descansar y una directiva que muestra total indiferencia ha sido mortal para un equipo que antes de ser así de lastimado estaba en la puerta de la grandeza, ganando con su estilo, peleando siempre, con su gente siempre comprometida, con una amalgama envidiable entre equipo y afición eso era el Santos hasta hace no mucho tiempo.
Nos veremos a la próxima para hacer un balance final que no será muy diferente, Santos duele pero es un equipo que dejó huellas imborrables, algo pasará que resurgirá y quienes lo dejaron en los huesos se van a arrepentir.