Dormir en la madrugada (ESPECIAL)
En la actualidad, sobre todo en el periodo de la juventud y adultez temprana, se ha vuelto bastante común para las personas el desvelarse o dormir hasta altas horas de la noche o la madrugada y, aunque varios aseguran que 'no les afecta', lo cierto es que esto puede desembocar a diversos problemas.
De acuerdo a especialistas, se recomienda que un adulto promedio duerma de 7 a 8 horas diarias para mejorar sus condiciones de salud, sin embargo, hay quienes creen que es suficiente con 6 horas o menos.
Llevar una rutina de sueño es la mejor opción para cumplir las 7 u 8 horas durmiendo, sin embargo, en muchas ocasiones el trabajo, problemas o factores externos y personales no nos permiten cumplir con esto.
¿Qué sucede si dormimos después de la 1 de la madrugada?
Un problema común entre jóvenes y adultos es que el sueño no llega hasta la madrugada, a veces después de la 1 de la mañana, cuando ya es un nuevo día.
Y es que aunque algunos digan que se van a levantar tarde y que completaran las horas de sueño, el dormir hasta la madrugada es altamente perjudicial para la salud mental.
Pero no se queda sólo en el daño a la salud mental, sino que también afecta al rendimiento diario, pues de acuerdo con un estudio realizado por National Sleep Foundation, señala que aquellos que suelen dormir después de la 1 de la mañana tienen mayores dificultades para concentrarse y recibir información a diferencia de aquellas personas que llevan un ritmo de sueño.
El vernos somnolientos durante el día puede entorpecer varias de nuestras actividades, así como volverse un factor de riesgo porque nos vemos más vulnerables a sufrir accidentes debido a que nuestro cerebro no está captando por completo la información de lo que pasa a nuestro al rededor.
Otro estudio realizado por Jaime Zeitzer de la Universidad de Stanford, señala que aquellos que duermen después de la 1 de la mañana suelen ser más propensos a sufrir depresión, ansiedad y trastornos mentales.
¿Cómo dormir mejor?
Para una mejor calidad de sueño se recomienda llevar una rutina más saludable con la que podamos ir a descansar más temprano, además de evitar, al menos dos horas antes, el uso de pantallas, teléfonos y cualquier dispositivo que emane luz azul-violeta, pues ésta es registrada por nuestro cerebro como luz de día, lo que nos impide dormir mejor.
Además, también es mejor mantenerse alejados de notificaciones que puedan alterar nuestros pensamientos.