Saltillo, modelo hídrico y de eficiencia para Torreón
El esquema mediante el que se prestan los servicios de agua potable y alcantarillado en Saltillo es el ejemplo más cercano a seguir en Torreón, donde si bien han surgido voces que consideran la necesidad de recursos de particulares para hace más eficiente al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas), las autoridades descartan que un proceso de tal naturaleza se vaya a dar en el corto o mediano plazo.
Lejos de lo que se suele llamar privatización, en 2001 el municipio de Saltillo se asoció con la empresa Aguas de Barcelona, a través de su filial Interagbar de México, S.A. de C.V. y se creó la empresa mixta Aguas de Saltillo (Agsal), en un esquema de coparticipación en el capital inicial del 51 por ciento por parte del ente gubernamental y 49 por ciento del socio operador.
Este modelo permite al gobierno mantener el control en la prestación de los servicios básicos mientras inyecta recurso líquido para solventar rezagos, deudas y toda clase de compromisos que obstaculicen la eficiencia del organismo operador.
Como parte de esta sociedad, se firmó un contrato de asistencia técnica por un periodo de 25 años, fijando un pago al socio privado por concepto de gestión del organismo, y una parte de la retribución conforme al alcance de metas para la mejora del desempeño.
Desde entonces, el sistema de agua de la capital coahuilense muestra una evolución favorable, pues duplicó el número de cuentas, al pasar de 142 mil a 283 mil 445, mientras que en habitantes atendidos estos números se incrementaron de 520 mil a 950 mil.
El organismo reporta una eficiencia física del 76 por ciento y comercial del 99 por ciento, además de que duplicó la micro medición e implementó la macro medición que hasta el año 2001 no se tenía.
En 2021, en el marco de los 20 años de operaciones, Agsal puso en marcha el Centro de Control Operativo, un sistema único en su tipo que ha servido para gestionar todas las operaciones de la infraestructura de agua y drenaje, además de detectar fugas y tomas clandestinas, algo que el Municipio de Torreón ha intentado hacer.
Con dificultades, Simas alcanza números negros
El Simas Torreón inició la administración con un adeudo heredado que superaba los 140 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad, más otros 100 millones que se generaron desde pasadas gestiones cuando se dejaron de cubrir derechos de extracción ante la Comisión Nacional del Agua.
Ambos temas, sumados al rezago histórico en la recuperación de lo que se factura por los servicios de agua y drenaje, constituyen lastres que el organismo sigue arrastrando, y que poco a poco ha ido solventando mientras que atiende los compromisos que se generan.
Por otra parte, al menos en los últimos seis años, el gobierno federal de destinar recursos a los municipios para obras e infraestructura hidrosanitaria, lo que ha ido acentuando el deterioro en las redes.
La Federación tampoco ha escuchado las gestiones para que el Simas Torreón acceda a una tarifa equivalente a la del uso agrícola por la extracción de agua, cuyas peticiones se amparan en la prestación de un servicio básico para la población, y en que otros municipios del país sí han resultado beneficiados con ese esquema.
En Torreón, se requieren unos 2 mil 500 millones de pesos para sustituir las líneas de conducción de agua potable y una cantidad similar para construir y reparar colectores sanitarios, pues en ambos casos se tiene un rezago crónico, de manera que en ciertos sectores de la ciudad aún existen tuberías de asbesto en las redes de drenaje.
De acuerdo con datos de la gerencia comercial del Simas Torreón, actualmente se tiene una eficiencia física (los metros cúbicos de agua que se extraen contra los que se facturan) del 50 por ciento, mientras que la eficiencia comercial, es decir, lo que se capta contra los recibos que se emiten, oscila entre el 75 y 80 por ciento.
Hasta hace algunos meses, la eficiencia física era del 45 por ciento, pero se ha incrementado mediante los programas de regularización de usuarios, y con un mayor acercamiento de éstos para cubrir el consumo, pues en este caso la mayor pérdida es por fugas del propio sistema, tomas clandestinas o mediciones incorrectas.
Mientras que a inicios de gestión y durante varios meses el Simas Torreón operó con números rojos, poco a poco ha logrado ser más eficiente y el pasado mes de septiembre, se reportaron ingresos adicionales superiores a los nueve millones de pesos, lo que muestra que sí puede llegar a ser autosuficiente, según información del Consejo Directivo.
Sin embargo, el organismo tendrá que seguir mejorando los esquemas de cobranza, invertir en la detección de fugas y tomas clandestinas, así como en sistemas de micro y macro medición, y desde luego acelerar las gestiones para rehabilitar la infraestructura subterránea.
Ante ello, el Consejo Directivo del Simas parte de que sí es necesario, más no urgente, recurrir a capital privado para mejorar la eficiencia, pues antes de tomar una decisión de ese calado, tendría que hacerse todo un diagnóstico de las condiciones financieras, operativas y administrativas, con una visión de negocio y con base en un andamiaje jurídico que garantice que este cambio no representará problemas en el futuro.