Vivienda afectada en la colonia Santiago Ramírez. (GUADALUPE MIRANDA)
Y la historia se repitió 12 años después de que lo perdiera todo. Dulce recordó aquel 13 de septiembre de 2012, cuando se desbordó la laguna de regulación de la colonia Santiago Ramírez debido a las intensas lluvias. Ayer sucedió lo mismo pero con menor intensidad.
Vive en la calle Rincón del Macho en donde el agua alcanzó niveles superiores a un metro en cuestión de minutos, tiempo que resultó insuficiente para poder poner sus bienes a salvo.
“En menos de cinco segundos… eran como las 3:00, 3:30 de la tarde, porque acababan de desaguar porque había amanecido el agua así (calles inundadas), luego se vino fuerte la lluvia y ya no hubo nada qué hacer porque luego luego empezó a brotar toda el agua”, compartió Dulce.
Y es que la lluvia que se registró por la tarde de ayer, fue tan intensa que los niveles de la laguna de regulación subieron considerablemente, causando que se desbordara.
Como pudo, Dulce y sus hijos subieron a la segunda planta algunos muebles, ya que el agua logró entrar a su vivienda dañando todo a su paso.
Aunque el agua logró bajar, fue mínimo por lo que sus habitaciones, baños y patio aun se encuentran bajo el agua.
Ahora además de costales de arena para evitar que el agua se siga metiendo a las casas de este sector, los vecinos como Dulce piden comida, pues lo perdieron todo.
Tan solo en su casa, ha dado asilo a seis menores en la habitación que tiene en la parte alta, en tanto las condiciones puedan ser óptimas para ellos.
Esta situación le hizo recordar aquel 13 de septiembre del 2012 cuando la laguna también se desbordó causando severos daños en la colonia, tanto que perdió todas sus pertenencias.
“Ya van dos veces, la primera vez fue hace como 13 años (12 años) cuando se desbordó, esa vez nos llegaba el agua hasta la cintura, perdimos todos, no alcanzamos a salvar nada, lo que hicimos fue subirnos rápidamente (al segundo piso). Fue mucha tristeza lo que pasó… qué más hacemos más que echarle ganas”, dijo resignada en medio de las aguas malolientes.
La situación de Doña Guadalupe, quien es diabética y depende de la insulina, no es diferente. Aunque ella logró salir de su casa para quedarse con una de sus hijas, no pudo hacerlo con sus medicamentos por lo que pedirá el apoyo de los elementos de Seguridad Pública o de la Guardia Nacional, para poder llegar a su casa nuevamente de lo contrario su salud se vería comprometida.
