Vicente Alfonso viaja con Mark Twain
Mark Twain: un viaje a contracorriente, de Vicente Alfonso, es un libro atractivo para lectores y para autores —escritores, narradores— porque en muchas de sus páginas navega un guía que da luz acerca de cómo leer la obra del escritor norteamericano y permite escudriñar algunos de los recursos del oficio de escritor que Twain usó. Vicente Alfonso y el propio Twain los revelan. De ese modo para muchos lectores y sobre todo para autores jóvenes, creo, el del escritor lagunero es un libro apreciable.
Vicente Alfonso nació en Torreón, en 1977. Sus obras ya han respirado aires internacionales. Por ejemplo, su novela Huesos de San Lorenzo fue traducida a los idiomas alemán, griego, italiano y turco. Es autor de otras novelas: Partitura para mujer muerta y La sangre desconocida. Ha recibido diferentes premios nacionales e internacionales de novela, crónica y periodismo y fue becario de tres instituciones: Fundación Para las Letras Mexicanas, Casa de Estudio Cien Años de Soledad y Sistema Nacional de Creadores de Arte de México.
El nuevo libro de Vicente Alfonso resultó de rastrear, encontrar y analizar la obra y la vida de Mark Twain y el total de sus páginas es una ilustrativa lección para autores y lectores porque en diversos lugares, sin tono magisterial, más bien con el de un comunicador cordial, dice: “a Twain hay que leerlo a contramano”. En seguida completa la enseñanza cuando advierte que la táctica narrativa del autor norteamericano “es darle una probadita al lector e inmediatamente después replegarse. Eso es algo que Twain repite a lo largo de muchas de sus novelas y sus crónicas”.
Ahora repito lo que dije en el párrafo anterior, sin tono magisterial, Vicente Alfonso va desarrollando sus temas. El modo podría ser contradictorio porque son el compendio de un curso. Así se anuncia en una de las primeras páginas: “Este libro tiene su origen en el curso ‘Mark Twain: un viaje a contracorriente’, que Vicente Alfonso impartió en línea en febrero y marzo de 2023 […]”.
De modo que esta obra especulativa, no narrativa, del autor torreonense se puede pensar como una guía para recorrer la obra y algo de la biografía del autor del Mississippi. Convertido en instruido cicerone el escritor lagunero vierte explicaciones reveladoras como el siguiente apercibimiento acerca de Huckleberry Finn: “hay muchas afirmaciones que pueden resultar incómodas; el libro tiene como eje una serie de decisiones que son éticas para algunos y que, para otros, resultan inaceptables”
Más adelante el guía torreonense aclara: “Sobre Twain pesa la etiqueta de ‘autor juvenil’ —incluso ‘autor para niños’— y, sin embargo, sus novelas muchas veces confrontan a los lectores con dilemas éticos.” En seguida recomienda: “Lo más aconsejable es leer a Twain en compañía: leer las obras en grupo y debatir al respecto.” Y para concluir estas citas de promoción de la literatura, Vicente Alfonso previene: “Twain en realidad quiere decir lo contrario de lo que dicen sus palabras; es decir, le exige al lector no quedarse en la superficie”.
Es rico el ofrecimiento de hallazgos en el libro Mark Twain un viaje a contracorriente porque las indagaciones del autor lagunero son dilatadas y profundas. Vicente Alfonso nos revela -entre muchas revelaciones que le permiten su estudio de la obra y su acercamiento al autor-, nos revela temas y técnicas, tácticas y estrategias del escritor navegante del Mississippi, al permitir al lector —y tal vez a algún escritor—, ver “a un autor clásico de la literatura universal abriéndonos su taller y permitiéndonos observar qué está pasando”.
Así que el libro de Vicente Alfonso Mark Twain: un viaje a contracorriente es un viaje de placer literario y “es una lección magistral de carpintería narrativa” en tanto analiza y revela la “carpintería narrativa” de Mark Twain.
