En la política, cuando la gente deja de hablar de ti, estás muerto. Por eso, algunos dan noticias sensacionales, al menos para crear polémicas y volver al aire. Una de ellas es la donación a otros países de 25,000 (¿o 25,000,000?) de libros. Las críticas no se hicieron esperar. ¿Por qué no se dedica el dinero a otra cosa? El dinero siempre se puede dedicar a otra cosa.
Taibo, desde el estruendoso fracaso de sus libros “baratones”, no sabe cómo hacerse la estrellita. Después declara que el Fondo es una editorial socialista. No le veo por dónde; me he surtido de ella durante los últimos siete años. No creo que haya compartido su sueldo con los compañeros de intendencia. Ahora a regalar libros a diestra y siniestra. Por lo del número de libros, ni se asusten. Vieja es la tradición en México de publicar libros para embodegarlos. Desde la editorial Novaro sucedía eso. Las genialidades de un argentino. Algunas universidades e instituciones culturales han seguido la misma línea: UNAM, Colegio Nacional, etc. Hasta eso, si se hace, nos quitaríamos costos de almacenamiento.
¿Dónde conseguirías un libro editado por la UAC? ¿O por Cultura de Torreón? Tienen mínimos puntos de venta.
En lugar de hacerse los vivos, deberían mejorar la calidad de su servicio; y no hablo del vendedor de piso, sino de los administradores de alto nivel que a veces toman decisiones muy erradas.
Antes podías hacer devoluciones, ahora ya no. Salida la mercancía no se admite devolución. Socialismo puro.
Pero lo más importante es que te cansas de ir cada semana a buscar novedades y no llegan. Te van a decir que manejan varias colecciones, pero lo que no te dicen es que en ciertos temas ellos son la principal o única fuente de información. Ejemplo: Historia de México, Antropología, Etnografía. Por caprichos políticos, se cancelan algunas interesantes como: Ciudades.
Somos ciudad chica. A lo mejor con pocos lectores. El negocio es el libro de texto. Ya ni siquiera las enciclopedias son negocio por el Wiki. Algunas veces se los he comentado a mis libreros: faltan clientes porque no hay surtido, o no hay surtido por falta de clientes.
Las ferias del libro son otra cosa. Me imagino que las hacen para promover lo que se publica en el año. Un ciudadano tendría que ser rico para comprobar todas las novedades que le interesan. Como la mayoría no lo es, esperaría que, posteriormente, lo promocionado llegara a su ciudad. ¿Pasa?
Mis ferias del libro son las librerías; lo que ahí no hay, no existe. Me sigo resistiendo a comprar por AMAZON, que va a acabar con el comercio local.
Lo que debería hacer el dadivoso Taibo es pensar que en México existen lectores de mente abierta y que igual les entran autores de su ideología como de los que no concuerdan con ella. Una cosa que le agradecería es que enriqueciera sus acervos. La historia de Lucas Alamán no la encuentro y ustedes alguna vez la publicaron. Yo ya leí a Gramsci; a usted no le hará daño leer a Lucas.
En alguna de sus librerías grandes descubrí que tenían algunas obras completas de autores mexicanos como la de Alfonso Reyes, de 24 tomos. En Torreón brillan por su ausencia. Somos mini librería, apenas miscelánea. ¿Existe alguna forma de adquirir algún autor de estos que fueron importantes en las letras mexicanas?
En mi juventud, con el dinero que puede obtener un joven, fui formando mi primera biblioteca. Entre las colecciones a las que me aficioné estuvo la de lecturas mexicanas. Hoy es difícil localizarlas, quizá en alguna librería de segunda mano. Existe una nueva juventud que también está formando su primera biblioteca. Tampoco reeditar cosas importantes es algo que se dé por estos lugares.
Que regalen los libros que quieran, si de eso se tratara la promoción de la lectura. Hasta los cuentacuentos escasean. (Si a un niño le cuentas un cuento, podrás pensar en tener un lector en el futuro.) El adulto, para ser lector, tiene que tener curiosidad intelectual y ponerse a indagar.
Cuando esto no se da, por más que regales libros, no existirán lectores. Desgraciadamente, esa ha sido mi experiencia