
Iglesia invita a reconocer el pecado y buscar el perdón en la recta final de la Cuaresma
Durante la misa dominical del quinto domingo de Cuaresma, Monseñor Néstor Martínez exhortó a los fieles a reflexionar sobre sus errores, abrirse al perdón y emprender un camino de conversión.
En su homilía en la iglesia Santiago Apóstol en Monclova, el vicario de la Diócesis de Saltillo destacó que la etapa cuaresmal es una oportunidad para renacer desde la humildad y la misericordia.
“Nunca es tarde para comenzar a hacer lo correcto”, expresó el sacerdote al referirse al pasaje evangélico de la mujer sorprendida en adulterio. Mediante esta parábola, explicó que el reconocimiento del pecado personal genera una profunda humildad, como la que experimentaron los acusadores de aquella mujer, quienes se retiraron uno a uno al ser confrontados con su propia miseria.
El perdón como impulso hacia la plenitud espiritual
El prelado enfatizó que el perdón de Cristo no es un acto de complicidad con el pecado, sino una oportunidad real de cambio. Recordó las palabras de Jesús a la mujer: “Vete, no peques más en adelante”, como un llamado directo a la transformación del corazón.
“La presente Cuaresma quiere dejarnos más instalados en la verdadera humildad, la que brota de la conciencia de la propia miseria y no juzga ni desprecia a los demás”, señaló, citando el Evangelio de San Lucas.
También abordó la intención de los fariseos de poner una trampa a Jesús, obligándolo a decidir entre la Ley de Moisés y la compasión. Sin embargo, destacó que la sabiduría del Maestro dejó en evidencia la hipocresía de quienes exigen castigo sin mirarse a sí mismos.
“Debemos vernos a nosotros mismos antes de juzgar a otros. Solo así podemos comprender la verdadera grandeza del perdón y la misericordia”, concluyó.
La homilía, centrada en el llamado a la conversión, invitó a los feligreses a vivir con mayor profundidad espiritual la última etapa de la Cuaresma, mediante la humildad, la autocrítica y la reconciliación con Dios y con los demás.