Desde hace unos días atrás, la presidenta Claudia Sheinbaum desde sus conferencias mañaneras, ha estado abordando el asunto del costo de las gasolinas en México.
La primer mandataria señaló que es injusto que las empresas despachadoras de esos combustibles tengan ganancias de hasta 6 ( o más ) pesos por litro. Dos pesos de utilidad ya es un buen margen, dijo la propia doctora, así como señalar que tratará mediante el diálogo, lograr poner un precio máximo de este combustible en el mercado común.
En este contexto, el gobierno está proponiendo un precio de 24 pesos máximo a la gasolina de 87 grados de octanaje, conocida regularmente como Magna.
Ante esta situación, el poderos sector gasolinero, representando nacionalmente por la Onexpo Nacional AC, se ha pronunciado aduciendo en términos generales, que si realmente se quiere llegar a un precio mejor para el público que el actual, éste debe ser apoyado por una menor carga impositiva, ya que el 40% del precio de la gasolina se trata de impuestos.
De primera pareciera que ciertamente la Onexpa tiene razón, si por tomar un ejemplo un litro de gasolina regular se expende a 25 pesos, querría decir que el precio sin impuestos rondaría los 17.85 por litro (24/1.40) Se aduce en información publicada en medios de la Ciudad de México que se tiene un costo por logística de 10% que al descontárselo a los 17.85 el precio bruto por el combustible sería de 16.065.
El problema viene cuando uno cruza la frontera y por citar la de Eagle Pass, se puede encontrar que persiste la gran diferencia en los precios de las gasolinas, a pesar de los intentos del Gobierno Federal por ofrecer combustible más barato; la diferencia sigue siendo significativa.
En las cifras en Texas se vende cada galón a 2.65 dólares (que son 3.78 litros)
En la transacción litros-peso-dólar, 2.69 dólares a 20.90 pesos equivaldrían a 14.65 pesos por litros a automovilistas que compran en la frontera internacional de Texas.
Se trata por supuesto de la misma gasolina Unloaded en "Murphy" y en Windstar. Rodríguez López rescató que el tipo de cambio del peso frente al dólar en los últimos días ha favorecido a que la fuga de divisas sea menos perjudicial para el comercio de este puerto fronterizo.
Con estos números, con la realidad que los texanos pueden pagar aun agregando el 7% de impuestos, un litro de gasolina en 15.73 pesos, mientras que en México hay precios de este tipo de combustible que ya se venden hasta casi por 25 pesos neto.
Es 37% menos en este caso. Claro que hay estaciones que ofertan la gasolina "verde" en 22 pesos, lo que significa que para emparejar el precio, temdríam que ajustarse en 28.5% de descuento, o en su defecto, partido del precio texano, ellos podrían subir su precio partiendo de su base un 40%.
Lo cierto es que en esta danza de los precios es claro que los usuarios mexicanos estamos pagando un sobre precio que está muy por encima del estándar internacional, y esto es todavía ponderando un tipo de cambio de 20.90 pesos por un dólar.
El mundo de la gasolina es una jungla donde habitan monstruos de mil cabezas. Hace alrededor de 6 años, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que emprendería una campaña contra el robo y contrabando de combustible. Lo único que logró fue generar una escases temporal y en lo particular una lucha entre grupos criminales en el estado de Guanajuato por el control del combustible hurtado, popularmente conocido como huachicol.
La corrupción en el interior de Petróleos Mexicanos es endémica y la 4T ahí no ha podido hacer mucho.
También el sector gasolinero parece comportarse como un oligopolio, donde parece que hay acuerdo en el precio común.
Es un buen reto en particular para la presidenta Claudia Sheinbaum haber entrado en este berenjenal, habrá que ver si logra los famosos 24 pesos. Al tiempo